El cuerpo de Lucas Muñoz estaba en un descampado en las afueras de Bariloche. Se trata del oficial de la Policía de Río Negro que estuvo desaparecido durante más de 27 días.
Desde la semana pasada, su familia y las autoridades locales lo buscaban por todos lados. A los operativos se habían sumado buzos especializados y dos perros entrenados para seguir rastros en el agua.
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De todas formas, la atención de los investigadores estuvo puesta en la declaración del policía Néstor Meyreles, que fue detenido el último viernes de julio en Colonia Catriel, sospechado de encubrir y obstaculizar la investigación.
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"El (por Lucas) vio algo que no tendría que haber visto", asegura la familia Muñoz. Sus allegados sospechan que hubo una intención de silenciarlo y le apuntan a la cúpula policial de la zona. "Desde el primer día sospeché de la policía. Entraron dos policías a la habitación de mi hermano a buscar no se qué", le contó la hermana a TN.
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