CEM 30 de El Bolsón sin clases, día 5

Desde el 20 de mayo el Consejo Escolar Zona Andina Sur suspendió las clases "... hasta nuevo aviso".

Por fin Consejo Escolar, a través del señor Rogelio Zapico, hizo declaraciones en los medios dando un estado de situación. Si bien 

no hay un comunicado institucional y tampoco hay compromisos concretos, Zapico aseguró que se espera normalizar la situación 

esta semana.

No obstante, el funcionario incurrió en una conjetura que suena a acusación, y que vale la pena aclarar.

Zapico dijo que el medidor de gas de la escuela fue manipulado por algunas personas mientras el contratista privado trabajaba 

en el interior del edificio, y que esas mismas personas llamaron a Camuzzi para denunciar una pérdida de gas. Esto es equivalente 

a decir que existe un sabotaje que es la causa o, al menos, una de las causas del estado de situación; si tal cosa fuese cierta, su 

responsabilidad en toda esta historia sería menor. Y no lo es.

El funcionario no hubiese incurrido en semejante equivocación si mantuviera una comunicación sana y fluida con la comunidad 

educativa cosa que, a la luz de los resultados, no está entre sus intereses. Escuchando al funcionario y su hipótesis, uno podría 

entender que los problemas de este edificio responden a la mala fe de la comunidad y no a que tiene más de 40 años y carece de 

mantenimiento básico, que es su responsabilidad.

Le explico al funcionario que quien llamó el día viernes a Camuzzi fue mi esposa que es docente de la escuela y, evidentemente, 

también madre de un alumno. Ese llamado se produjo a instancias de lo discutido en la reunión del día jueves (a la que el 

funcionario decidió no asistir ni enviar un representante de manera oficial) luego de la lectura y análisis público del informe 

encargado por la UnTER, donde se indica con claridad la existencia de pérdidas de gas que, además, podían constatarse por el 

olor en algunos sectores del edificio. Mi esposa tomó la tarea de llamar a Camuzzi, que es un derecho de cualquier ciudadano que 

sepa o sospeche de una pérdida de gas, pero además lo hizo de acuerdo a lo concluido en la citada reunión.

Entenderá Zapico que, una vez leído el informe y estando el edificio de la escuela justo enfrente de una estación de servicio, la 

comunidad educativa no tiene por qué correr riesgos. Esto que cuento puede constatarlo el propio funcionario o cualquier medio 

periodístico simplemente consultando al equipo directivo de la escuela, quienes confirmarán lo que digo.

Su conjetura acerca de la manipulación del medidor, asumo de buena fe, se basa en alguna información cierta y no es una 

intención de embarrar la cancha. Si es así, desde ya me pongo a disposición para acompañar cualquier acción que contribuya a 

aclarar un hecho tan grave. Pero el llamado a Camuzzi, como queda claro aquí, nada tiene que ver con esa hipotética situación 

que Zapico denuncia.

Deben entender de una vez los funcionarios públicos que tendrán mejor suerte y más reconocimiento si se ponen codo a codo a 

trabajar con la sociedad en lugar de estar a la defensiva por un carguito pasajero. Deben entender, también, que así como su 

trabajo en este caso incluye asegurar el correcto funcionamiento de las escuelas, los padres tenemos otros trabajos y si nos 

terminamos metiendo en el control de la escuela de nuestros hijos es sólo por la extraordinaria ausencia del Estado, mediante el 

gobierno administrador que ellos representan. En cualquier caso, Zapico coincidirá conmigo en lo bueno que es el compromiso 

ciudadano, y en eso estamos aquí.

Aprovecho para agradecer también al equipo del candidato a intendente Juan Carlos Martínez, que en el día de ayer mostró 

interés en trabajar sobre el tema como lo hizo un rato antes el equipo del candidato Bruno Pogliano.

Por último, vuelvo a aclarar que no milito políticamente ni a favor ni en contra de ningún partido. Tengo a la mitad de mi familia 

en un edificio en riesgo comprobado, y esa es mi única motivación. Por favor señores funcionarios, cumplan con su trabajo así yo 

puedo ocuparme del mío.

Atentamente.

Juan Manuel Becerra

Padre de alumno del CEM 30

DNI: 23.980.125