Según comentaron fuentes cercanas al equipo de brigadistas locales, en
medio de las intervenciones el sanrafaelino se accidentó cayendo desde
15 metros de altura y tuvo que ser atendido por el servicio médico del
lugar.
Esto se produjo porque la mayoría de la intervenciones se realizó por vía aérea, con la modalidad de cuadrillas helitransportadas, operando en los frentes de fuego con hidroaviones y helicópteros con helibalde, los que tenían la capacidad de entre 1.500 y 3.500 litros de agua.
Las tareas realizadas abarcaron desde el enfriamiento de sectores en los perímetros del incendio que presentaban puntos calientes, hasta el ataque directo e indirecto a frentes activos de fuego, dada la inaccesibilidad del terreno.
Hubo un total de 500 personas trabajando en el control y extinción total del fuego pero no todos eran brigadistas.
Las tareas realizadas abarcaron desde el enfriamiento de sectores en los perímetros del incendio que presentaban puntos calientes, hasta el ataque directo e indirecto a frentes activos de fuego, dada la inaccesibilidad del terreno, la mayoría de la intervenciones se realizó por vía aérea, con la modalidad de cuadrillas helitransportadas, operando en los frentes de fuego con hidroaviones y helicópteros con helibalde, los que tenían la capacidad de entre 1.500 y 3.500 litros de agua.
Fabricio Ayala explicó que: “Las tareas de brigadistas y aviones hidrantes eran apoyadas por tres helicópteros que llegaron de Chile (con un excelente desempeño), personal de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz, miembros de Infantería de Marina y el Ejército Argentino”.
Trabajaron en el área pilotos de helicópteros, personal de logística (alimentos y transporte), contaban con 6 aviones hidrantes, 4 topadoras, 1 moto niveladora, 1 pala cargadora, toda la aparatología dispuesta por Vialidad Nacional y personal de asistencia mecánica para todos los vehículos con los que operan.
Esto se produjo porque la mayoría de la intervenciones se realizó por vía aérea, con la modalidad de cuadrillas helitransportadas, operando en los frentes de fuego con hidroaviones y helicópteros con helibalde, los que tenían la capacidad de entre 1.500 y 3.500 litros de agua.
Las tareas realizadas abarcaron desde el enfriamiento de sectores en los perímetros del incendio que presentaban puntos calientes, hasta el ataque directo e indirecto a frentes activos de fuego, dada la inaccesibilidad del terreno.
La tarea de los brigadistas
Hubo un total de 500 personas trabajando en el control y extinción total del fuego pero no todos eran brigadistas.
Las tareas realizadas abarcaron desde el enfriamiento de sectores en los perímetros del incendio que presentaban puntos calientes, hasta el ataque directo e indirecto a frentes activos de fuego, dada la inaccesibilidad del terreno, la mayoría de la intervenciones se realizó por vía aérea, con la modalidad de cuadrillas helitransportadas, operando en los frentes de fuego con hidroaviones y helicópteros con helibalde, los que tenían la capacidad de entre 1.500 y 3.500 litros de agua.
Fabricio Ayala explicó que: “Las tareas de brigadistas y aviones hidrantes eran apoyadas por tres helicópteros que llegaron de Chile (con un excelente desempeño), personal de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz, miembros de Infantería de Marina y el Ejército Argentino”.
Trabajaron en el área pilotos de helicópteros, personal de logística (alimentos y transporte), contaban con 6 aviones hidrantes, 4 topadoras, 1 moto niveladora, 1 pala cargadora, toda la aparatología dispuesta por Vialidad Nacional y personal de asistencia mecánica para todos los vehículos con los que operan.
Tufm Radiocholila
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