Posted: 05 Mar 2012 03:00 AM PST
Google ha decidido unificar la base de datos de los millones de usuarios que acceden a sus servicios, como Youtube, Gmail o Picasa, y lo ha llevado a cabo con un cambio en las condicones de uso y privacidad que ha entrado en vigor el pasado jueves 1 de marzo. Los usuarios no pueden rechazar las nuevas condiciones salvo que se den de baja de los 60 servicios y productos que ofrece el buscador. El objetivo que persigue la compañía con esta política unificada es poder gestionar mejor el conocimiento de sus clientes y segmentar la publicidad en función de las búsquedas, según informa Consumer.es en un artículo en el que desglosa las consecuencias del cambio.

Google asegura que su intención no es acceder a más información sino que pretende centralizar la que ya tiene. Hasta ahora, sus productos tenían diferentes políticas de privacidad y los datos personales de los usuarios registrados se almacenaban en diferentes bases. Desde esta semana, la compañia puede comparar la información que reciba en sus diferentes productos para elaborar una sola base en la que figure cualquier información de una persona relativa a su vida privada, profesional o pública.
Estos datos incluyen nombre, apellidos, fotografías, dirección de correo, teléfonos, mensajes publicados en Google, direcciones IP desde las cuales se ha conectado en los últimos nueve meses, historial de búsquedas o datos bancarios, en el caso de utilizar los servicios de pago de Google. También podrá conocer el modelo de teléfono, la versión del sistema operativo, el operador de telecomunicaciones y redes móviles y wifi utilizadas, e incluso, datos relativos a llamadas y mensajes cortos enviados siempre que el usuario tenga instalada la aplicación de Gmail en su teléfono Android.

Los primeros terminales de Google obligaban a darse de alta de forma obligatoria como usuario de Google, aunque las versiones más recientes permiten que se pueda activar el teléfono sin estar registrado en Google. Por eso, los cambios de privacidad solo afectan a los móviles que tengan instalados alguna aplicación de la multinacional.
El cambio de política afecta a millones de usuarios. Solo a través de Gmail, Google cuenta con la información de 350 millones de usuarios registrados activos que acceden a sus cuentas al menos una vez cada 30 días. Solo Google Chrome, la pasarela de pagos Google Wallet y los usuarios que accedan a servicios de la compañía estadounidense sin estar registrados en el buscador o en Youtube quedan fuera de la nueva política de privacidad.
El objetivo de todo este proceso es que Google pueda ofrecer publicidad segmentada por gustos y mejorar las búsquedas personalizadas, cruzando todos los datos que obtenga del usuario a través de sus productos. Por ejemplo, si un usuario añade una reunión en Google Calendar y a la hora señalada detecta que aún no ha llegado al lugar convenido, de manera automática, Google le enviará un recordatorio mediante una alerta, según ha explicado la empresa en una entrada en su blog corporativo.
Con respecto a la posibilidad de vender o compartir todos estos datos, Google asegura que no se han realizado cambios en los principios elementales. Por lo tanto, seguirá vendiendo y compartiendo con terceros información personal. Los usuarios pueden dar su consentimiento para recibir ofertas a través del servicio de publicidad DoubleClick en combinación con los datos que almacena Google.
No obstante, Google está obligado a facilitar la información que sea requerida vía judicial o en el curso de una investigación. La Unión Europea ha recibido con recelo el cambio de política y está estudiando las nuevas condiciones a través del grupo de trabajo que aglutina a las agencias de protección de datos de los países miembros.