Crítico documento de la CGT, en el que comparó al Gobierno nacional con la administración de Macri. También ironizó sobre el aumento de la dieta de los legisladores nacionales.
- 15/02/2012 00:01 | Horacio Aizpeolea (Corresponsalía)
Dura represión. Se registraron incidentes serios entre la Policía y ex combatientes en la Capital Federal (DyN).
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Buenos Aires. El aumento en promedio de un ciento por ciento de la dieta de los diputados y senadores nacionales ya había vuelto a tensar la relación entre el Gobierno nacional y la CGT (Hugo Moyano planteó, con ironía, que la suba salarial del Congreso, podría usarse como referencia en las paritarias). Ayer, se sumó otro episodio a esta escalada: la central obrera emitió un durísimo comunicado, esta vez criticando distintas represiones a manifestaciones sociales, al punto de comparar al gobierno kirchnerista con la administración porteña que encabeza Mauricio Macri.
El contraste de miradas fue notable. Por un lado, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, defendió el accionar de la Policía Federal para despejar un piquete de ex soldados durante la guerra de Malvinas en la avenida 9 de Julio, que reclaman ser reconocidos como ex combatientes.
La CGT, por el contrario, mediante un comunicado, repudió “la represión de que fueran víctima los veteranos de la Guerra de Malvinas”.
Dijo más el comunicado: “Preocupa a la CGT este aparente cambio de política, antes patrimonio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reprimiendo indigentes o a los manteros de Florida con la policía Metropolitana”, un claro párrafo que equipara la política represiva del Gobierno nacional con el porteño.
“A las represiones a los trabajadores camioneros en Chubut, al pueblo catamarqueño que protestaba contra las minas a cielo abierto, ahora, se suma este nuevo hecho reñido con el respeto a los derechos humanos y con las políticas implementadas por el gobierno nacional desde 2003”, repasó la CGT. La central obrera calificó de “escalada” a estos episodios.
Reclamo. El final del comunicado sostiene el mismo tono severo: se hace “un llamado a las autoridades responsables para que retomen el ejercicio del diálogo social como fórmula de encauzar cualquier tipo de conflicto y despeje las dudas despertadas por estas acciones respecto a un cambio en la conducta del Estado en el tratamiento de los reclamos que formulen los trabajadores”.
Este verano ha tenido varios cruces entre sindicalistas alineados con Moyano, y funcionarios nacionales. Desde la CGT acusan al gobierno de buscar un remplazo del camionero, cuyo mandato al frente de la central obrera vence en junio.
A la par del crítico comunicado cegetista, el secretario adjunto del gremio de los Camioneros, Pablo Moyano, se refirió ayer con ironía al aumento salarial en el Congreso: “Los trabajadores argentinos felicitamos a los legisladores que han logrado un porcentaje de aumento del 100 por ciento y nos eximieron de fijar la pauta porcentual en paritarias”, expresó Pablo Moyano.
El ex ministro y actual presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, fue la voz oficial que defendió el aumento salarial de los legisladores.
“Los que se rasgan las vestiduras que le expliquen a ‘Cadorna’ cómo vive una persona que de Jujuy viaja hasta acá, que tiene gastos, que tiene que alquilar, vivir, mantener la familia y que, además, tiene que estudiar, formarse y vestirse”, sostuvo Domínguez con vehemencia.
“El legislador es elegido por el pueblo, cuatro años, y si no, tenemos que dejar la política para que la hagan los ricos y los ladrones”, argumentó Domínguez.
El contraste de miradas fue notable. Por un lado, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, defendió el accionar de la Policía Federal para despejar un piquete de ex soldados durante la guerra de Malvinas en la avenida 9 de Julio, que reclaman ser reconocidos como ex combatientes.
La CGT, por el contrario, mediante un comunicado, repudió “la represión de que fueran víctima los veteranos de la Guerra de Malvinas”.
Dijo más el comunicado: “Preocupa a la CGT este aparente cambio de política, antes patrimonio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reprimiendo indigentes o a los manteros de Florida con la policía Metropolitana”, un claro párrafo que equipara la política represiva del Gobierno nacional con el porteño.
“A las represiones a los trabajadores camioneros en Chubut, al pueblo catamarqueño que protestaba contra las minas a cielo abierto, ahora, se suma este nuevo hecho reñido con el respeto a los derechos humanos y con las políticas implementadas por el gobierno nacional desde 2003”, repasó la CGT. La central obrera calificó de “escalada” a estos episodios.
Reclamo. El final del comunicado sostiene el mismo tono severo: se hace “un llamado a las autoridades responsables para que retomen el ejercicio del diálogo social como fórmula de encauzar cualquier tipo de conflicto y despeje las dudas despertadas por estas acciones respecto a un cambio en la conducta del Estado en el tratamiento de los reclamos que formulen los trabajadores”.
Este verano ha tenido varios cruces entre sindicalistas alineados con Moyano, y funcionarios nacionales. Desde la CGT acusan al gobierno de buscar un remplazo del camionero, cuyo mandato al frente de la central obrera vence en junio.
A la par del crítico comunicado cegetista, el secretario adjunto del gremio de los Camioneros, Pablo Moyano, se refirió ayer con ironía al aumento salarial en el Congreso: “Los trabajadores argentinos felicitamos a los legisladores que han logrado un porcentaje de aumento del 100 por ciento y nos eximieron de fijar la pauta porcentual en paritarias”, expresó Pablo Moyano.
El ex ministro y actual presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, fue la voz oficial que defendió el aumento salarial de los legisladores.
“Los que se rasgan las vestiduras que le expliquen a ‘Cadorna’ cómo vive una persona que de Jujuy viaja hasta acá, que tiene gastos, que tiene que alquilar, vivir, mantener la familia y que, además, tiene que estudiar, formarse y vestirse”, sostuvo Domínguez con vehemencia.
“El legislador es elegido por el pueblo, cuatro años, y si no, tenemos que dejar la política para que la hagan los ricos y los ladrones”, argumentó Domínguez.
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