Si bien hay mujeres que padecen tener relaciones durante el período menstrual, hay otras que no lo viven como una molestia, incluso, tienen más deseo; ¿vos, como lo vivís?



Si bien hay mujeres que padecen tener relaciones durante el período menstrual, hay otras que no lo viven como una molestia, incluso, tienen más deseo; ¿vos, como lo vivís?Según las estadísticas, muchos se quitan oportunidades placenteras por desconocimiento - Foto: Corbis

Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOHLALA.com


Podríamos llegar a decir que la herencia cultural ha dotado de connotaciones negativas al período premenstrual y menstrual de las mujeres. Si bien están quienes lo padecen y sufren todo tipo de molestias, hay otro grupo de mujeres que no lo viven como algo "penoso y desagradable" e, incluso, tienen altos deseos de tener relaciones sexuales. Es más, algunas confiesan que teniendo sexo reducen dolores y alcanzan orgasmos más profundos.
Es un error pensar que el "ciclo/período/regla" inhabilita indefectiblemente el deseo. Es más, son asuntos que circulan por caminos independientes; y, cada mujer, cada hombre y cada pareja transitan estos días como pueden o como resulte posible.
Es cierto que durante el ciclo, así como los días previos a la menstruación, la mujer experimenta cambios de ánimo y alteraciones en los estados cognitivos y afectivos. Pero también es cierto que existen variaciones normales de conducta, humor, peso, apetito, libido y temperatura corporal tanto en la fase folicular (del día 1 al 14) así como en la fase luteínica (del 14 al 28) del ciclo.
Hasta el 80 por ciento de las mujeres tienen síntomas premenstruales, pero sólo del 3 al 8 por ciento padecen del trastorno disfórico premenstrual.
¿Por qué imputarle, entonces, todos los aspectos negativos a "esos días" donde nada parece posible?
Las estadísticas ratifican que muchos se quitan oportunidades placenteras por desconocimiento o falta de diálogo. En verdad, lo que impide entregarse a tener relaciones en los días previos y durante, es una cuestión cultural, de restricción de ciertas religiones, por motivos de higiene o de creencias o temores "infundados".
El sangrado suele ser el principal freno. Si bien en los primeros así como en los últimos días del ciclo es menor el nivel de flujo, hay muchas mujeres (y también muchos hombres) que se resisten al contacto íntimo durante todo el período; ya sea por pleno rechazo o por comodidad o repulsión al "enchastre". Son muchas las parejas que se inhabilitan, en este sentido, la posibilidad de otro tipo de juegos eróticos que van más allá de la penetración.
Eso sí, si hay algo que tener en cuenta, es el error que cometen muchas mujeres (y hombres) al creer que durante el ciclo no hay posibilidades de "quedar embarazados". Si bien es muy difícil que esto ocurra, la biología nunca es exacta. No descarten el preservativo tanto por higiene como anticonceptivo. Más allá de considerarlo siempre como método preventivo, a propósito de las enfermedades que pueden transmitirse vía semen y sangre.
Es importante que ambos miembros de la pareja puedan decir con suma libertad y franqueza lo que desean, temen o creen que pueda llegar a pasar.