Es una jueza argentina.
Las turistas argentinas se salvaron por “un acto de supervivencia”.
El director ejecutivo de Costa Cruceros, Pierluigi Foschi, aseguró ayer que es indiscutible que hubo un “fallo humano” en el accidente del crucero “Costa Concordia” frente a las costas italianas, en que murieron al menos seis personas y 14 siguen desaparecidas.
Aún así, “la compañía prestará apoyo jurídico al capitán del barco, Francesco Schettino” porque “la compañía también tiene la obligación de proteger a sus 24.000 empleados”, explicó Foschi, según reproduce la agencia DPA. Costa Cruceros ya se había distanciado ayer del capitán del barco.
En un comunicado afirmó que “al parecer el comandante cometió un error de criterio que tuvo las peores consecuencias”.
El crucero “Costa Concordia se acercó demasiado a la isla de Giglio” afirmó la empresa y remarcó que “aparentemente las decisiones del capitán en la situación de emergencia no siguieron las normas habituales” de Costa Cruceros.
Suspenden búsqueda
Los equipos de rescate que recorrían camarote por camarote el crucero Costa Concordia, tratando de hallar a los desaparecidos, suspendieron hoy la búsqueda al sufrir un deslizamiento la nave.
Según consigna Europa Press, citando al diario romano La Repubblica, la búsqueda de los desaparecidos tras el naufragio fue suspendida ayer ya que el barco comenzó a deslizarse desde el lugar en el que está varado.
El diario La Repubblica en comunicación con un submarinista abocado a las tareas de rescate, dio a conocer que el buque, volcado frente a la costa de la isla italiana de Giglio comenzó a sufrir un deslizamiento y las tareas de búsqueda quedaron momentáneamente suspendidas.
Supervivencia
La jueza penal de menores de Mendoza María Inés Lona, afirmó ayer al llegar a la Argentina que su escape a nado del crucero que naufrago el viernes último frente a una isla italiana “no fue un acto de valentía sino sencillamente un acto de supervivencia”.
Afirmó además que según el relato de otros pasajeros que habían abordado la nave antes que ella, “el capitán estaba muy enfiestado, con mujeres y tomando”.
Lona, quien viajaba en la nave junto a dos de sus hijas de 36 y 41 años, destacó la ayuda brindada por la Embajada Argentina en Italia “que nos hicieron los documentos y nos ayudaron en todo momento”.
En un primer momento, relató, las autoridades del barco “nos dijeron que era un problema energético y que no nos preocupáramos y nos quedáramos en el camarote tranquilos”.
“Durante media hora y en dos oportunidades nos dijeron lo mismo hasta que de pronto sonó la alarma e inmediatamente dijeron que había que ir al puente cuatro y de allí ir a los botes”, relató la mujer, a poco de arribar ayer a la mañana al Aeropuerto Internacional de Ezeiza procedente de Roma.
Lona, que viajaba junto a sus dos hijas en el crucero Costa Concordia cuando la nave naufragó frente a la isla italiana del Giglio, se arrojó en la medianoche del viernes al mar desde el cuarto puente del crucero y nadó unos 60 metros hasta llegar a la costa sana y salva.
Aseguró que “el barco iba a ser cubierto por el agua así que no tenía más remedio que tirarme al agua que estaba fría y muy salada”. “Mis hijas, que sí habían logrado subirse a un bote, me encontraron como a las dos horas y creían que me había ahogado o que estaba en el barco. No fue un acto de valentía, fue sencillamente un acto de supervivencia”, afirmó.#
Aún así, “la compañía prestará apoyo jurídico al capitán del barco, Francesco Schettino” porque “la compañía también tiene la obligación de proteger a sus 24.000 empleados”, explicó Foschi, según reproduce la agencia DPA. Costa Cruceros ya se había distanciado ayer del capitán del barco.
En un comunicado afirmó que “al parecer el comandante cometió un error de criterio que tuvo las peores consecuencias”.
El crucero “Costa Concordia se acercó demasiado a la isla de Giglio” afirmó la empresa y remarcó que “aparentemente las decisiones del capitán en la situación de emergencia no siguieron las normas habituales” de Costa Cruceros.
Suspenden búsqueda
Los equipos de rescate que recorrían camarote por camarote el crucero Costa Concordia, tratando de hallar a los desaparecidos, suspendieron hoy la búsqueda al sufrir un deslizamiento la nave.
Según consigna Europa Press, citando al diario romano La Repubblica, la búsqueda de los desaparecidos tras el naufragio fue suspendida ayer ya que el barco comenzó a deslizarse desde el lugar en el que está varado.
El diario La Repubblica en comunicación con un submarinista abocado a las tareas de rescate, dio a conocer que el buque, volcado frente a la costa de la isla italiana de Giglio comenzó a sufrir un deslizamiento y las tareas de búsqueda quedaron momentáneamente suspendidas.
Supervivencia
La jueza penal de menores de Mendoza María Inés Lona, afirmó ayer al llegar a la Argentina que su escape a nado del crucero que naufrago el viernes último frente a una isla italiana “no fue un acto de valentía sino sencillamente un acto de supervivencia”.
Afirmó además que según el relato de otros pasajeros que habían abordado la nave antes que ella, “el capitán estaba muy enfiestado, con mujeres y tomando”.
Lona, quien viajaba en la nave junto a dos de sus hijas de 36 y 41 años, destacó la ayuda brindada por la Embajada Argentina en Italia “que nos hicieron los documentos y nos ayudaron en todo momento”.
En un primer momento, relató, las autoridades del barco “nos dijeron que era un problema energético y que no nos preocupáramos y nos quedáramos en el camarote tranquilos”.
“Durante media hora y en dos oportunidades nos dijeron lo mismo hasta que de pronto sonó la alarma e inmediatamente dijeron que había que ir al puente cuatro y de allí ir a los botes”, relató la mujer, a poco de arribar ayer a la mañana al Aeropuerto Internacional de Ezeiza procedente de Roma.
Lona, que viajaba junto a sus dos hijas en el crucero Costa Concordia cuando la nave naufragó frente a la isla italiana del Giglio, se arrojó en la medianoche del viernes al mar desde el cuarto puente del crucero y nadó unos 60 metros hasta llegar a la costa sana y salva.
Aseguró que “el barco iba a ser cubierto por el agua así que no tenía más remedio que tirarme al agua que estaba fría y muy salada”. “Mis hijas, que sí habían logrado subirse a un bote, me encontraron como a las dos horas y creían que me había ahogado o que estaba en el barco. No fue un acto de valentía, fue sencillamente un acto de supervivencia”, afirmó.#
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