La propia naturaleza ayudó en la lucha contra el fuego pero aún hay focos de incendio y persiste el trabajo de los brigadistas.
El agua ayudó a contener los incendios, aunque se trabaja aún en sectores en los que persisten los focos.
Los ánimos en el centro de operaciones de El Hoyo mejoraron, porque entre la noche del lunes y la madrugada de ayer llovió, y los focos de los incendios se aplacaron permitiendo una tarea más cómoda de los brigadistas, aunque no distendida. A media mañana se conocieron detalles de la situación, con presencia de distintos funcionarios provinciales y responsables del operativo para extinguir los siniestros iniciados el martes 3 de enero por la tarde, y que llevan consumidas miles de hectáreas de forestaciones y vegetación en los cerros de esa jurisdicción.

Bien temprano técnicos de la base logística sobrevolaron los sectores críticos, y se observó que con la ayuda de las precipitaciones se evitó la propagación del fuego, por lo que se cumplió el objetivo primordial que era no dejar avanzar el fenómeno. En ese contexto se recalcó que “la situación es de alivio”, aunque es mucho el trabajo a desarrollar aún para la extinción de los puntos calientes.

El plan de ayer, acordado por el equipo técnico de la Dirección de Bosques y el Plan Nacional de Manejo del Fuego, fue seguir atacando los focos ígneos para mantenerlos sin propagación, afectando para esta actividad a más de 100 brigadistas.

La otra preocupación que mantiene ocupadas a las autoridades y la comunidad de la Comarca tiene relación con los servicios que se resintieron, dejando sobre el fin de semana sin agua y energía a vastos sectores de esa zona. Servicios Públicos de la Provincia, con colaboración de otras reparticiones, se abocó a reparar una línea de alta tensión que se quemó, y a colocar nuevos postes que también fueron alcanzados por el fuego para restablecer las prestaciones lo antes posible, lo que ocurría de manera paulatina en las distintas localidades. Mientras, se trabajó en paliativos con grupos electrógenos para cubrir las necesidades más urgentes.

La víspera llevó alivio tras la lluvia, pero la recomendación de las autoridades gubernamentales apunta a tomar los recaudos necesarios porque se prevén dificultades climáticas durante la temporada de verano relacionadas con la sequía, que puede derivar en incendios como los que son combatidos hace más de una semana.

Los siniestros han sido de gran magnitud y consumieron el trabajo de cientos de brigadistas de la provincia y de otras a través del aporte del Plan Nacional de Manejo del Fuego, con resultados dentro de la emergencia positivos, por cuanto habiendo numerosas viviendas en los sectores afectados por las llamas, sólo se destruyeron 7, cuya situación de esas familias se evaluará tras un relevamiento encarado para darles una pronta respuesta de contención. Otro sector que acaparó la atención de las autoridades fue el de la fruta fina, ya que los productores acopian en cámaras de frío, y el corte del suministro los podía perjudicar. Para evitar pérdidas, se colocaron generadores de energía, uno de ellos en cámaras de la cooperativa y el resto en otros lugares donde se guarda la cosecha, tanto en Lago Puelo como en El Hoyo.#(Diario Jornada)