Un grupo de vulcanólogos y geólogos chilenos realizaron una expedición al Cordón Caulle. El equipo estuvo cerca del cráter activo, en plena erupción.
Un equipo de cinco personas – Jorge Romero M.; Jorge Romero A.; Carlos Pérez R.; Erwin Cárdenas A. y Héctor Moyano S.- se acercó este 7 de Enero al volcán activo de la Región de Los Ríos con la misión de obtener muestras de ceniza y espesores de los depósitos de esta en las cercanías del macizo.
En una actividad programada con varios meses de anticipación, el Taller de Geología Geohiggins del Museo Regional de Rancagua viajó el 5 de Enero hasta la zona afectada por la erupción del volcán Cordón Caulle desde ya hace 7 meses, cuyo inicio ocurrió el 4 de Junio y desde el día siguiente fue seguida por Geohiggins en terreno, realizando un viaje a la zona el 5 de Junio y con posterioridad una expedición el 18 de Junio.
Ahora, la época estival ha presentado una oportunidad inigualable para poder llegar mucho más cerca del volcán y poder completar algunos de los estudios que están en curso.
Todo comenzó con una charla de difusión sobre la geología, evolución, historia eruptiva y peligros geológicos del Cordón Caulle a la Municipalidad del Futrono y el Comité de Emergencia, donde también se mostró cuales son las precauciones básicas que se deben tener con la caída de ceniza -en especial la utilización de máscaras, limpieza de techumbres y protección de fuentes de agua- para cerrar aconsejando a las autoridades seguir la situación local a través de los organismos de gobierno correspondientes y organizarse ante esta emergencia.
Luego de la charla el equipo se dirigió hasta las cercanías del Caulle, solicitando permiso a Carabineros y emplazando un campamento a media altura para continuar con la travesía el día siguiente a las 7am, donde se consiguió llegar a las inmediaciones del cráter a medio día tras una extensa caminata.
El acercamiento permitió observar la morfología del cráter, el que aparentemente presenta tres aberturas, así como la actividad eruptiva caracterizada por una continua emisión de gas y cenizas seguida por reiteradas explosiones freatomagmáticas con generación de reducidos flujos piroclásticos hacia el W-NW del cono.
La totalidad de los resultados de las observaciones y el análisis químico de las cenizas serán completados por investigadores nacionales e internacionales que se han sumado a la tarea de estudiar esta erupción, cuyos datos podrían ser de utilidad para las autoridades locales y los organismos correspondientes con la erupción.
Fuente: Tiempo Patagónico
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