Dos pingüinos africanos macho, Pedro y Buddy, que habían llegado al zoológico de Toronto, Canadá, para aparearse con dos ejemplares femeninos, fueron separados por los cuidadores al advertir que se habían hecho demasiado amigos entre sí, y mostraban poco interés hacia sus candidatas.

Buddy, de veinte años, y Pedro, de diez llegaron al zoológico a principios de año, provenientes del Pittsburgh National Aviary, con el objetivo de cruzarse y revertir una tendencia negativa en el número de ejemplares de esta especie, que en los 90 se estimaba en 250 mil y hoy se cree que es de 60 mil.

Los pingüinos trabaron desde el principio un vínculo muy estrecho. Según los encargados del lugar, los pingüinos se mimaban y se llamaban entre sí tal como lo hacen las parejas de su especie.

“Las dos hembras los persiguieron, pero ellos no mostraron interés. Tenemos que lograr que eso se revierta para que se puedan reproducir”, dijo Tom Mason, custodio de pájaros e invertebrados del zoológico.

Con la especie de Pedro y Buddy en vías de extinción, no pueden arriesgarse a que pase la temporada de apareamiento sin que se reproduzcan. Mason se defendió de las críticas: “Si Pedro y Buddy no fuesen tan importantes genéticamente, entonces los dejaríamos estar”

Por esa razón es que ayer se anunció que ambos serán separados.