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El fin del mundo que se anunciaba no llegó y la mitad de los apostadores en Lotería Nacional se inclinaron por tentar la suerte apostándole al número mágico, que no salió. Fieles en el Uritorco y un pedido en el barrio de Once.
El mundo entero vivió –con una mezcla de expectativa e inexplicable alegría– el día de ayer. Festejos, meditaciones colectivas, encuentros de todo tipo y mayor cantidad de casamientos fueron parte de las celebraciones de una jornada que resultó atractiva por su forma numérica. La Lotería Nacional informó que el 11 se llevó la mitad de las apuestas, aunque no salió.
Alejandro Buer, profesor de una escuela de yoga y meditación opinó que “se trata de una fecha muy especial y marca el comienzo de una mentalidad espiritual nueva”, mientras preparaba una jornada de meditación con otros compañeros en el Planetario. La escena se repitió en el Obelisco y en otros espacios verdes de todo el país.
La Lotería Nacional registró un 46% de apostadores que se volcaron por el 11 y desembolsaron 600 mil pesos más que un día “normal”, según confirmó Daniel Fidanza, gerente de juegos de Lotería.
En Brasil, Danilo Perrotti Machado, administrador de empresas de 30 años, llegó a la ciudad de Belo Horizonte, capital de Minas Gerais (sureste) después de haber pedaleado durante tres años, tres meses y tres días por 59 países. Inició su viaje el 8 de agosto de 2008.
Las autoridades egipcias decidieron cerrar hasta hoy la gran pirámide de Keops en Giza para evitar la celebración de una ceremonia prevista para ayer y que levantó una gran polémica, ya que algunos la tachaban de masónica. Fue convocada por una web que informaba que la supuesta celebración tenía el objetivo de captar energía para crear una capa protectora alrededor de la Tierra y así protegerla de nuevos desastres, mediante la creación de un círculo humano.
La fecha se celebró en los cinco continentes pero sólo Buenos Aires tiene un barrio que se llama Once. En realidad, así será si la Legislatura aprueba un proyecto impulsado por comerciantes e industriales nucleados en la Cámara de Comerciantes Mayoristas e Industriales (Cadmira) y que el macrismo tiene cajoneado. La idea es delimitar el perímetro comprendido por las calles Boulogne Sur Mer, Perón, Riobamba y la Avenida Córdoba y establecer el 11 de noviembre como el día de Once.
Uno de los mayores impulsores de la iniciativa es Salomón “Tito” Medina, propietario de un comercio de trajes de novia que abrió hace 64 años. Él tiene 77, desciende de sirios y dijo a Tiempo Argentino que “la gran pregunta del Once es porqué conviven aquí tantas culturas que en otras tierras se pelean. Acá no hay diferencias entre judíos, musulmanes y cristianos, es un barrio multirreligioso y multicultural, es ecuménico, esto es la Babel.”
La descripción coincide con el nombre de uno de los negocios más antiguos de Balvanera: Calzados La Babel. Presente desde 1895, ayer fue descubierta una placa en su frente que reconoció la trayectoria de la zapatería fundada, en un principio, enfrente del local actual por la familia Lodeiro. Desde 1930, atiende en Avenida Corrientes 2201 y tiene tres vendedores, además de los actuales propietarios: los hermanos Guillermo, de 54 años, y Silvia, de 57, hijos de José María Lodeiro –fallecido el año pasado– y María Esther Souto. La mujer recordó a Tiempo que cuando arrancaron, hace casi 40 años, había “negocios que duraban años, buzones y estaban construyendo el subte con un montón de empleados traídos de Polonia”.<