Un trabajo de cartografía realizado por investigadores del INTA reveló los diversos espesores de la capa de cenizas acumulada sobre el suelo en diferentes áreas de las provincias de Río Negro y Neuquén. En esta nota, se destaca cuáles fueron los resultados de los relevamientos y por qué esta herramienta es clave para evaluar los posibles impactos sociales, económicos, productivos y ambientales de este fenómeno.

Mapa gentileza del Laboratorio de Teledetección INTA Bariloche.
Foto 1 de 2: Mapa gentileza del Laboratorio de Teledetección INTA Bariloche.
Investigadores de Bariloche elaboraron un mapa de la distribución de las cenizas provenientes del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle en Río Negro y Neuquén, luego de medir el espesor de cenizas acumulado en diferentes zonas de ambas provincias. Así, demostraron que si bien Río Negro tuvo una mayor superficie afectada, Neuquén fue la provincia que recibió un mayor impacto debido a la caída de un mayor espesor de ese material volcánico.
“Al estar más próxima al volcán, la zona sur de la provincia de Neuquén recibió los mayores aportes de cenizas en cuanto al espesor registrado. Sin embargo, al estar en el sector más delgado de la pluma volcánica, la superficie afectada en Neuquén fue proporcionalmente menor a la de la provincia de Río Negro. En esta última, la pluma de emisión llegó en forma más extendida y afectó una superficie mayor pero con una acumulación menor por unidad de superficie”, indicó Juan José Gaitán, uno de los investigadores del equipo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que dio a conocer esta cartografía en un reciente informe.
La investigación forma parte de un proyecto del Programa de Emergencia Volcánica (PROEVO – www.proevo.com.ar), que impulsa diferentes líneas de investigación en torno a los impactos de las cenizas del Puyehue-Cordón Caulle, el complejo volcánico que entró en erupción el pasado 4 de junio.
En concreto, los investigadores observaron que el 97 por ciento (19.700.000 hectáreas) de la superficie de Río Negro presentó algún grado de acumulación de cenizas. Y que el 72 por ciento de esa superficie tuvo un grado de afectación leve con un espesor inferior a 0,2 centímetros.
Por el contrario, en Neuquén la superficie afectada fue menor, ya que la ceniza cayó sobre el 50 por ciento (4.700.000 hectáreas) del territorio. Aunque los relevamientos demuestran que en esta provincia se encontraron las zonas afectadas con un mayor espesor de cenizas, desde los 5 a los 30 centímetros.
Evaluación de impactos
¿Por qué resulta crucial realizar la cartografía de la cantidad de ceniza que cayó en la zona a partir de la erupción del Puyehue-Cordón Caulle? .
“Evidentemente los efectos que pueden tener las cenizas no es igual en una zona donde se acumuló una capa de 20 cm de espesor que en una zona donde cayó 1 cm. Por lo tanto, poder identificar a través de un mapa zonas con diferentes niveles de acumulación de cenizas es importante para la evaluación de los posibles impactos sociales, económicos, productivos y ambientales que ha producido este fenómeno”, afirmó Gaitán.
Además, el investigador agregó que sería deseable que esta información sea tenida en cuenta a la hora de decidir políticas de ayuda a la población y de recuperación de las zonas afectadas.
El mapa elaborado por los científicos del INTA muestra de forma gráfica la distribución del material volcánico de acuerdo al espesor de la capa de cenizas acumulada sobre el suelo. En total, el territorio relevado está clasificado en 10 zonas identificadas con diferentes colores, y que indican desde zonas no afectadas hasta zonas con una acumulación de cenizas de 15 a 30 centímetros.
Este mapa fue realizado a partir de 276 observaciones de campo en las que se midió el espesor de cenizas acumuladas sobre el suelo. Así, se puede distinguir una forma de “pluma” que va disminuyendo su espesor a medida que se aleja, hacia el Este, del lugar de la erupción volcánica.
¿A qué se debe esa figura de pluma “alargada” hacia el Este que se puede apreciar en el mapa?
“Las cenizas han sido transportadas por el viento y por esa razón las distribución de las mismas sigue una dirección noroeste-sudeste, que corresponde con la dirección de los vientos dominantes en nuestra región”, indicó Gaitán, que es ingeniero agrónomo y máster en Recursos Naturales.
Al ser transportadas por el viento, las partículas más grandes y más pesadas fueron las que se depositaron primero, mientras que las más pequeñas y livianas viajaron a mayor distancia. En otras palabras: en zonas más cercanas al volcán, como por ejemplo Villa La Angostura, las partículas depositadas son del tamaño de piedras pequeñas; mientras que en Bariloche su textura es de tipo arena; y más al Este, en la localidad de Ingeniero Jacobacci, poseen una textura similar a un talco, graficó Gaitán.
El mapa presentado en el informe fue elaborado a partir de observaciones de campo realizadas durante los primeros dos meses posteriores a la erupción. Hasta ese momento se estimó un volumen de “aproximadamente 1.460 millones de metros cúbicos de cenizas esparcidas sobre el territorio de ambas provincias, que equivalen a aproximadamente 950 millones de toneladas”.
Ante la consulta de con qué se podría comparar este volumen, el investigador señaló que el estadio Monumental del club River Plate tiene un diámetro aproximado de 230 metros y una altura de 38 metros. “Con la cantidad de cenizas caídas en Río Negro y Neuquén se podrían llenar 925 estadios como el de River desde el césped hasta el extremo superior de las tribunas”, comparó Gaitán, que es además investigador y responsable del Laboratorio de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG) del INTA Bariloche.
El equipo de investigadores que elaboró este mapa está integrado además por Javier Ayesa, Fernando Umaña, Fernando Raffo y Donaldo Bran. Todos forman parte del Laboratorio de Teledetección-SIG del INTA Bariloche. Allí se realizan trabajos orientados a la evaluación, la cartografía y el monitoreo de los recursos naturales –como suelos, bosques, pastizales y mallines– y procesos –entre los que están la dinámica de la vegetación, la desertificación, los incendios rurales y forestales– relacionados con las actividades agropecuarias y forestales de las provincias de Río Negro y Neuquén.
El complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle entró en erupción hace ya cinco meses (el 4 de junio de 2011). La columna de cenizas y gases alcanzó en su fase inicial los 14 kilómetros de altura, y luego osciló entre los 5 y 10 kilómetros de altura. La erupción no se ha detenido desde entonces: la columna tuvo un período de estabilización en una altura de dos kilómetros, aunque en las últimas semanas presentó un comportamiento más errático con columnas que volvieron a alcanzar una altura de 5 a 7 km.
Como parte del proyecto de PROEVO, los investigadores del INTA realizarán nuevos muestreos a los seis y a los doce meses luego de iniciada la erupción. Así, actualizarán la cartografía ante posibles nuevos aportes de ceniza y para monitorear la redistribución de las mismas por acción de los fuertes vientos que caracterizan esta región.