Antonio Marino fue designado por orden del Papa Benedicto XVI. Qué dijo el sacerdote echado por defender la Ley de Matrimonio Igualitario.
Benedicto XVI nombró a Antonio Marino (centro) como obispo de Mar del Plata, tras su fuerte oposición al matrimonio igualitario. El cura Alessio (derecha) fue echado por apoyar la norma. | Foto: Cedoc
El papa Benedicto XVI nombró obispo de Mar del Plata a monseñor Antonio Marino, de 69 años, actual obispo auxiliar de La Plata y de gran exposición pública por liderar el año pasado la oposición eclesiástica al matrimonio igualitario. Tras la noticia, Nicolás Alessio, el sacerdote cordobés suspendido y echado de su parroquia tras hacer pública su postura a favor del matrimonio gay, habló con Perfil.com y calificó esta designación eclesial como "gravísimo", aunque "coherente con la política y estrategia vaticana de cerrar filas contra de cualquier avance cultural que desafía el pensamiento único que quiere imponer el vaticano".
Como responsable de la Comisión Episcopal de Seguimiento Legislativo, Marino fue quien presentó la posición de la Iglesia frente a la modificación del Código Civil, que permitió las uniones entre personas del mismo sexo, y enfrentó a los obispos con el fallecido Néstor Kirchner, quien alentó su debate legislativo.
Marino cuestionó la existencia de “una campaña para instalar en los medios este tema (matrimonio igualitario) como algo natural como el agua, o normal como la heterosexualidad”, e intentó explicar que la Iglesia tiene “una verdadera preocupación pastoral por las personas de tendencia homosexual”, a la que consideró una “patología”, pero las diferenció del “activismo, la militancia y el orgullo de ser” homosexual.
Según Alessio, Marino "fue uno de los primeros que dijo con claridad lo que todo el epicospado piensa, que es que la homosexualidad es algo enfermo y contagioso, como algo realmente malo, de algo que hace daño a la sociedad, por lo que hay que tratar de curarlos y tenerlos controlados". Y agregó: "Es el pensamiento de la institución eclesiástica sobre el tema".
Para el sacerdote cordobés, suspendido por un tribunal interdiocesano de Córdoba y lo echado de la casa parroquial donde vivía desde hace 27 años, el pensamiento de este nuevo obispo y el de la Iglesia Vaticana, "responde con obediencia debida a Benedicto XVI", lo cual, dice Alessio, "demuestra que la Iglesia no sólo no ha podido escuchar las voces distintas que parten de la sociedad y del seno mismo de Dios, sino que se empecina en seguir sosteniendo que la homosexualidad es una enfermedad grave, contagiosa, y que por lo tanto el matrimonio igualitario es una aberración".
Luego, sentenció: "Mientras dure Benedicto XVI no es posible que esto cambie, al contrario, se va a acentuar la posición dogmática, hegemónica, conservadora. No hay ninguna posibilidad de que esta estructura eclesial pueda avanzar en un sentido humanista".
La designación de Marino en el obispado de Mar del Plata fue difundida en forma simultánea en Roma y Buenos Aires y aquí lo hizo el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, a través de la agencia católica AICA.
El gobierno pastoral de la diócesis de Mar del Plata estaba vacante desde marzo pasado, cuando monseñor Juan Alberto Puiggari fue promovido como arzobispo de Paraná. Actualmente esa jurisdicción eclesiástica estaba a cargo del sacerdote Armando Nicolás Ledesma, quien seguirá como administrador diocesano hasta que asuma monseñor Marino.
Marino nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de marzo de 1942 y fue ordenado sacerdote el 27 de noviembre de 1971 por el cardenal Juan Carlos Aramburu en la catedral metropolitana de Buenos Aires. Desde 1973 a 1978 frecuentó los estudios de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, donde obtuvo el doctorado en Teología Dogmática. Tras ejercer su ministerio sacerdotal en la arquidiócesis de Buenos Aires, fue asesor teológico y doctrinal de la Comisión de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina.
El 11 de abril de 2003, Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de la arquidiócesis de La Plata, y recibió su ordenación episcopal el 31 de mayo de 2003 en la catedral de La Plata, por monseñor Héctor Aguer. Actualmente es miembro de las comisiones episcopales de Fe y Cultura y de Ministerios.
La diócesis de Mar del Plata fue creada el 11 de febrero de 1957 por Pío XII. Comprende, en la provincia de Buenos Aires, los partidos de Balcarce, General Alvarado, General Madariaga, General Pueyrredón, Lobería, Mar Chiquita, Necochea, Pinamar y Villa Gessell. Marino será el sexto obispo diocesano.
Como responsable de la Comisión Episcopal de Seguimiento Legislativo, Marino fue quien presentó la posición de la Iglesia frente a la modificación del Código Civil, que permitió las uniones entre personas del mismo sexo, y enfrentó a los obispos con el fallecido Néstor Kirchner, quien alentó su debate legislativo.
Marino cuestionó la existencia de “una campaña para instalar en los medios este tema (matrimonio igualitario) como algo natural como el agua, o normal como la heterosexualidad”, e intentó explicar que la Iglesia tiene “una verdadera preocupación pastoral por las personas de tendencia homosexual”, a la que consideró una “patología”, pero las diferenció del “activismo, la militancia y el orgullo de ser” homosexual.
Según Alessio, Marino "fue uno de los primeros que dijo con claridad lo que todo el epicospado piensa, que es que la homosexualidad es algo enfermo y contagioso, como algo realmente malo, de algo que hace daño a la sociedad, por lo que hay que tratar de curarlos y tenerlos controlados". Y agregó: "Es el pensamiento de la institución eclesiástica sobre el tema".
Para el sacerdote cordobés, suspendido por un tribunal interdiocesano de Córdoba y lo echado de la casa parroquial donde vivía desde hace 27 años, el pensamiento de este nuevo obispo y el de la Iglesia Vaticana, "responde con obediencia debida a Benedicto XVI", lo cual, dice Alessio, "demuestra que la Iglesia no sólo no ha podido escuchar las voces distintas que parten de la sociedad y del seno mismo de Dios, sino que se empecina en seguir sosteniendo que la homosexualidad es una enfermedad grave, contagiosa, y que por lo tanto el matrimonio igualitario es una aberración".
Luego, sentenció: "Mientras dure Benedicto XVI no es posible que esto cambie, al contrario, se va a acentuar la posición dogmática, hegemónica, conservadora. No hay ninguna posibilidad de que esta estructura eclesial pueda avanzar en un sentido humanista".
La designación de Marino en el obispado de Mar del Plata fue difundida en forma simultánea en Roma y Buenos Aires y aquí lo hizo el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, a través de la agencia católica AICA.
El gobierno pastoral de la diócesis de Mar del Plata estaba vacante desde marzo pasado, cuando monseñor Juan Alberto Puiggari fue promovido como arzobispo de Paraná. Actualmente esa jurisdicción eclesiástica estaba a cargo del sacerdote Armando Nicolás Ledesma, quien seguirá como administrador diocesano hasta que asuma monseñor Marino.
Marino nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de marzo de 1942 y fue ordenado sacerdote el 27 de noviembre de 1971 por el cardenal Juan Carlos Aramburu en la catedral metropolitana de Buenos Aires. Desde 1973 a 1978 frecuentó los estudios de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, donde obtuvo el doctorado en Teología Dogmática. Tras ejercer su ministerio sacerdotal en la arquidiócesis de Buenos Aires, fue asesor teológico y doctrinal de la Comisión de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina.
El 11 de abril de 2003, Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de la arquidiócesis de La Plata, y recibió su ordenación episcopal el 31 de mayo de 2003 en la catedral de La Plata, por monseñor Héctor Aguer. Actualmente es miembro de las comisiones episcopales de Fe y Cultura y de Ministerios.
La diócesis de Mar del Plata fue creada el 11 de febrero de 1957 por Pío XII. Comprende, en la provincia de Buenos Aires, los partidos de Balcarce, General Alvarado, General Madariaga, General Pueyrredón, Lobería, Mar Chiquita, Necochea, Pinamar y Villa Gessell. Marino será el sexto obispo diocesano.
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