Con nuevas modalidades las estafas telefónicas continúan. Antes bajo la modalidad conocida como secuestros virtuales y desde hace algún tiempo, haciendo creer a las víctimas que ganaron tentadores premios. Claro está, el estafador les exige un depósito en dinero o tarjetas telefónicas por supuestos gastos de envío. Mucha gente cae en la trampa, envía el dinero, pero el premio nunca llega. La denuncia presentada por un periodista de Esquel permitió conocer como arman su estrategia los estafadores y evitar que al menos cinco personas resulten víctimas.
Los estafadores, hombres y mujeres, suelen operar desde teléfonos celulares con característica de Capital Federal (011). Suelen identificarse como representantes o supervisores de empresas de telefonía y anuncian al sorprendido interlocutor que se hizo acreedor de un premio que va desde automóviles 0 Km, a LCD, pasando por todo tipo de artículos valiosos. Una vez convencida la víctima de la existencia del premio se le indican los pasos a seguir para concretar la entrega.
El interés del estafador
Logrado el engaño y la ilusión del futuro damnificado, el estafador le indica que deberá cubrir los gastos de envío de su premio, algo inusual que sin embargo no alcanza para alertar a muchas víctimas. El pago en estos casos se realiza fundamentalmente con tres modalidades: tarjetas telefónicas, depósitos en cuentas bancarias, tarjeta de crédito y pagos a través del correo.
El damnificado debe llamar a un número telefónico y para confirmar la operación y luego esperar a la fecha, normalmente inmediata, en que se le entregaría el premio en cuestión, con bombos platillos y cámaras de televisión. Llegado el día, no solo no llegará nada ni nadie, sino que en el teléfono, al que era tan fácil comunicarse, ya no lo atenderán, ni habrá forma de dar con la persona que lo estuvo operando.
Falso de principio a fin
El engaño se consigue y la impunidad también. Los estafadores tienen un sistema que les permite simular una operación real, aunque todo su contenido es falso. Los nombres que utilizan son ficticios, los datos del titular del celular son falseados y en los casos de depósitos por correo, la persona que va a retirar el dinero usa el documento de alguna persona de otra zona geográfica, no vinculada a la organización.
El momento de la denuncia
Las denuncias suelen llegar a la Fiscalía una vez que el damnificado se resigna a que fue estafado. Cuando eso ocurre es prácticamente imposible dar con el estafador ya que se cortó el único punto de contacto con él, la línea telefónica que no volverá a utilizar. Con los datos y documentación que el autor de la estafa utilizó en la operatoria, solo se llegará a varias otras personas que nada tienen que ver con la red de la estafa, ya que su identidad fue utilizada falsamente.
Por eso es importante que la denuncia se realice inmediatamente después de recibir el primer llamado.
¿Qué hago si me llaman anunciándome que gané un premio?
Aquí les brindaremos algunas recomendaciones generales para no ser estafado con esta modalidad, pero también para ayudar a que no caigan otros.
- No haga depósitos de dinero, tarjetas telefónicas o pagos con tarjeta de crédito para acceder a un premio, sin antes verificar con la compañía que supuestamente le otorga el premio, comunicándose a un teléfono o dirección fehaciente de la entidad (no uno suministrado telefónicamente, sino publicado en un sitio Web oficial o modalidad similar) de la efectiva existencia del premio en cuestión y que usted es el acreedor. Normalmente no se pide pago de ningún tipo para acceder a un premio. El solo pedido es motivo para sospechar una operatoria de estafa.
- Sea solidario. Si recibe una llamada así, escuche lo que le dicen, sígale la corriente al estafador y tome nota de todas las indicaciones que este le da.
- Al cortar la comunicación, haga inmediatamente la denuncia a la Fiscalía o a la Comisaría, ofreciendo toda la información que obtuvo para posibilitar que se pongan en marcha los mecanismos judiciales pertinentes. (Informacion Ministerio Público Fiscal - Esquel)
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