Por Leandro Renou
Lleva adelante la causa por la apertura de los caminos al Lago Escondido, que hoy está virtualmente privatizado por el inglés Joe Lewis. El magistrado relató las amenazas que sufrió y dijo que “el apoyo a Lewis está llegando a su fin”.

En pleno conflicto por la privatización de los caminos al Lago Escondido, a manos del magnate inglés Joe Lewis, uno de los titulares del Supremo Tribunal de Justicia de Río Negro que lleva adelante la causa, Víctor Sodero Nievas, habló con Tiempo Argentino. “Hoy (ayer) pedí informes faltantes al Consejo de Ecología y Medioambiente y la división de catastro y topografía para que en diez días presenten la realidad ambiental y el mapa del inventario de bienes públicos y privados. La causa avanza”, dijo.
–¿Qué pensó cuando llegó, en la última constatación, a las propiedades de Lewis?
–Fue impresionante, en lugar de llamarse Lago Escondido, la zona debería llamarse “Tesoro Escondido”. Es increíble lo que hay. No queda nada del camino de Tacuifí (de acceso público), y hay varias mansiones sobre el sendero público.
–Para usted, y si bien no hay aún una decisión de fondo del Tribunal Superior, ¿los caminos de acceso al lago deben ser públicos?
–Claro, tiene que haber un acceso público.
–¿Y por qué es tan difícil entonces que se proceda a la liberación de esos pasos?
–El límite que tenemos es el marco de una acción de amparo de la empresa. Pero la jurisdicción ordinaria está expedita, siempre. Lo que pasa es que en el fondo hay muchas decisiones políticas, y hay veces que no sabemos para dónde correr, por lo cual no podemos anticipar ninguna decisión.
–Pero, ¿en la provincia de Río Negro no hay respeto a la independencia de poderes?
–Sí, total y absoluta, pero expropiar es una decisión política, constituir un camino de servidumbre (un paso libre al público) es una decisión política. Porque uno la puede ordenar, pero alguien la tiene que constituir y escribir.
–En este proceso, ¿usted se sintió presionado por el Estado rionegrino?
–No.
–¿Tampoco por el gobernador?
–No, la única presión personal y directa fue la de la empresa de Lewis. Y yo los denuncié, fueron a mi casa y me escracharon.
–Ante semejante escenario, en el que Lewis es respaldado por muchos empresarios. ¿No tuvo miedo de que se operara para armarle un juicio político?
–No, Río Negro no está acostumbrado a esta metodología de acoso y escrache. Ahora pasa esto porque hay una organización detrás. Hay recursos y hay medios para financiar esas acciones. Pero se optó por un recurso equivocado, que no conduce a nada (ver recuadro).
–¿No cree que el poder político debería haber respaldado a la Corte?
–Son decisiones. Ellos (el gobierno de Saiz) consideraron que tenían que recibir a Nicolás Van Ditmar y lo hicieron.
–Dos de sus colegas en el STJ recibieron a Van Ditmar y usted no. ¿Por qué?
–Después de lo que me habían hecho, estaba moralmente impedido de recibir a esa persona. Y en segundo lugar, porque la nota que le presentaron al gobernador era una nota agraviante hacia mí.
–¿Considera que el apoyo a Lewis tiene fecha de vencimiento?
–La confianza y el respaldo a Lewis está llegando a su fin, porque hoy la gente sabe y pide que los caminos tienen que volver a ser públicos. Y mucho tuvo que ver en esto la nacionalización del conflicto. Hoy se corrió el velo y la gente sabe que este señor no puede tener un coto de caza privado, así como así.
–Por último, ¿es cierto que el Estado dice en el expediente de la causa que los caminos “son privados”?
–Sí, el fiscal de Estado insiste en ese concepto, y eso consta en la causa.(Tiempo Argentino)