El insomnio y su relación con el reloj biológico
Al 30% de las personas les cuesta dormir o mantenerse dormidos. Y la edad influye: la síntesis de melatonina, encargada de regular el sueño, comienza a descender en la adultez. Consejos para dormir más y mejor.
Daniel Cardinali
El insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño. Quienes lo sufren se despiertan temprano a la mañana o con frecuencia por la noche. En otros casos el sueño tiene una duración adecuada pero no es reparador.
El insomnio provoca somnolencia y pérdida de energía durante el día. Según estadísticas internacionales, lo padecen el 30% de las personas, con mayor frecuencia en los adultos.
Muchas veces aparece cuando deja de haber una secreción adecuada de melatonina, que se produce en la glándula pineal y regula el ritmo de sueño y vigilia. Su secreción diaria es cíclica y su síntesis comienza a descender en la edad adulta.
La melatonina promueve el inicio del sueño, facilita el descanso normal, mejora la calidad de vida diurna y ofrece un amplio margen de seguridad. Por tratarse de una sustancia que restituye ritmos biológicos alterados, en ciertos casos su beneficio no es inmediato sino que requiere varios días para que el organismo recobre la normalidad.
Los insomnes sufren los efectos de la privación parcial del sueño y recurren a todo tipo de métodos para inducirlo. Es muy frecuente el uso de tranquilizantes o de hipnóticos. Si bien son eficaces para mejorar el sueño, muchas veces no son útiles para aumentar el alerta y la capacidad de trabajo durante el día. Además, deben emplearse por corto tiempo y bajo prescripción médica.
Consejos para dormir mejor
* Evitar la cafeína dentro de las seis horas previas a acostarse.
* Practicar ejercicios regularmente, pero no en horarios cercanos al sueño.
* No dormir la siesta.
* Establecer rituales relajantes pre-sueño como un baño caliente o unos minutos de lectura.
* Acostarse sólo cuando se siente sueño.
* Tratar de levantarse a la misma hora todos los días.
* No acostarse inmediatamente después de cenar. Tratar de esperar, al menos, dos horas.
* Si no se logra dormir, no quedarse en la cama. Después de intentar durante 10 a 15 minutos, conviene ir a otra habitación y leer o mirar televisión hasta sentir sueño.
Doctor Daniel Cardinali, investigador superior del CONICET, profesor emérito de la UBA y director de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la UCA.
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