Los vehículos livianos deben dar un largo rodeo para sortear el piquete. Los manifestantes amenazan con endurecer las medidas.

NEUQUÉN (AN).- El corte de ruta que mantiene desde el miércoles un grupo de desocupados a la altura de Senillosa complicó el regreso del turismo que eligió la cordillera para pasar el fin de semana largo. El tránsito liviano pudo desviarse por caminos alternativos, pero el regreso al asfalto derivó en atascos y retrasos que llegaron hasta el centro de Neuquén.
Camiones y colectivos de larga distancia debieron esperar hasta dos horas frente al piquete. Así, los cortes intermitentes cumplieron el objetivo de llamar la atención durante el fin de semana de Pascuas, aunque según planteó el grupo que mantiene la medida, ni el intendente Raúl Béttiga ni algún representante del gobierno provincial se acercó para negociar una salida al conflicto.
Instalado sobre la ruta en la tarde del miércoles, el corte no es un problema nuevo para quienes viven en Senillosa. Se remonta a agosto del año pasado, cuando en una protesta similar pero en las puertas del Parque Industrial, el mismo grupo exigió trabajo a una empresa de servicios petroleros que se acababa de instalar. El principal argumento tiene que ver con una ordenanza municipal que exige un porcentaje mínimo de mano de obra local que, aseguran, no se respeta.
En ese momento se creó listado oficial con los nombres de todos los que reclamaban trabajo, con la promesa de incorporarlos en forma paulatina. Los pocos carteles que a un lado y otro de la ruta revelan la protesta dan cuenta de esa promesa.
El piquete está instalado a exactos 42 kilómetros de Neuquén, frente a un barrio en construcción. Allí, unas 30 personas sostienen el corte. Dicen que no se irán hasta tanto el intendente o "el gobernador" acerque un compromiso de incorporarlos para trabajar en "alguna de las petroleras" que tienen sede en el ejido de Senillosa. Aseguran que "la única salida" es el puesto laboral, que no hay motivaciones políticas de fondo y que, sin respuesta, el corte será más duro. "Cortamos antes del desvío y ahí se complica", plantearon.
"Hay una norma legal que avala la bolsa de trabajo: el año pasado éramos 86 y sólo 16 fueron tomados", plantearon, en referencia al acuerdo que destrabó el conflicto el año pasado.
A partir de hoy, el tránsito en el sector volverá a ser el habitual, pero no por eso la protesta complicará menos: por allí pasan a diario cientos de personas para estudiar o trabajar en alguna de las ciudades de la Confluencia, incluso, en Río Negro.