Se conmemora el 4 de Febrero
ADHESION AL DIA MUNDIAL
DE LUCHA CONTRA EL CANCER

El Ministerio de Salud adhirió a la conmemoración
del 4 de Febrero como Día Mundial de Lucha contra el
Cáncer, promoviendo en su red hospitalaria la realización
de actividades de prevención y detección precoz de la
enfermedad con la participación de la comunidad.

La campaña se mantendrá hasta el 11 de este mes, enmarcada en
el acompañamiento de la Organización Mundial de la Salud a la Unión
Internacional contra el Cáncer en la promoción de medios para aliviar
la carga mundial de esta patología, su prevención y el aumento de la
calidad de vida de los enfermos.
Casi el 23 por ciento de las muertes registradas en Río Negro en
2009 fue provocado por algún tipo de tumor maligno. Los mismos son
la primera causa de mortalidad entre los 40 y 69 años de edad.
Las localizaciones más frecuentes en esos fallecimientos son los
bronquios y pulmones, colon, estómago y mama, indica la estadística
provincial. Esos mismos datos revelan que en varones prevalecen los
casos de cáncer de próstata, pulmón, piel melanoma y estómago,
mientras que en mujeres la mayor cantidad de tumores detectados se
ubicó en mama, piel melanoma, cuello de útero y colon.

Prevención

El Cáncer es una enfermedad prevenible con controles periódicos
y una modalidad de vida saludable. Más de un tercio de los casos de
cáncer en el mundo – casi cuatro millones cada año – se pueden
prevenir con una nutrición equilibrada, actividad física e higiene
personal adecuada.
También se debe eliminar el hábito de fumar, tener precaución
con la exposición al sol, controlar los contaminantes ambientales,

acceder a sexo seguro y vacunar a niños y jóvenes contra virus
corrientes que causan cánceres específicos, como el de hígado y cuello
uterino.
La preocupación y ocupación de los recursos para la detección
precoz y tratamiento adecuado de los distintos tipos de cáncer es tan
importante como generar conductas individuales y grupales para evitar
la ocurrencia de la enfermedad, uno de los ejes de la política sanitaria
del Estado rionegrino.
Por ello, el Ministerio de Salud desarrolla su propio Programa de
Lucha contra el Cáncer , cuenta con unidades hospitalarias de cuidados
paliativos para la atención de pacientes oncológicos y a partir de 2010
cuenta con un departamento específico para la prevención de
enfermedades crónicas
La preocupación y ocupación de los recursos para la detección
precoz y tratamiento adecuado de los distintos tipos de cáncer es tan
importante como generar conductas individuales y grupales para evitar
la ocurrencia de la enfermedad, uno de los ejes de la política sanitaria
del Estado rionegrino.

Factores de riesgo

Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición
a factores de riesgo comunes, como el humo de tabaco. Además, un
porcentaje importante puede curarse mediante cirugía, radioterapia o
quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.
Los principales factores evitables de riesgo de cáncer son los
siguientes: Consumo de tabaco: En el mundo, el consumo de tabaco es
la causa de cáncer más fácil de evitar. En la mayor parte de los países
desarrollados, el consumo de tabaco causa hasta el 30 por ciento de
todas las muertes por cáncer.
Más del 80% de los casos de cáncer de pulmón en los hombres, y
45% de los casos en las mujeres se deben al hábito de fumar. El tabaco
produce cáncer en muchos otros órganos, entre ellos la garganta, la
boca, el páncreas, la vejiga, el estómago, el hígado y el riñón.
Exceso de peso, obesidad o inactividad física: El sobrepeso y la
obesidad se asocian con una alta incidencia de cáncer de colon, mama,
útero, esófago y riñón. Una alimentación saludable, acompañada de
ejercicio físico puede prevenir hasta un tercio de los casos de cáncer.
Consumo nocivo de alcohol: Un consumo excesivo de alcohol
aumenta el riesgo de cáncer de la cavidad bucal, faringe, laringe,
esófago, hígado y mama.

Infección: En el mundo, un quinto de los casos de cáncer se debe a
las infecciones crónicas, especialmente por los virus de la hepatitis
(hígado), los virus del papiloma humano (cuello uterino), el
helicobacter pilori (estómago), los esquistosomas (vejiga), la fasciola
hepática (vía biliar), y el virus de la inmunodeficiencia humana
(sarcoma de Kaposi y linfoma).