El titular del CRUB, Víctor Báez, reiteró las medidas más importantes que los vecinos deben tener en cuenta ante el florecimiento de este arbusto perenne que habita en los bosques y zonas verdes de la ciudad. Hace meses comenzó un trabajo interinstitucional para abordar esta situación -que se produce cada 40 o 60 años- como “algo natural”. Advirtió que entre un 5 y un 6 por ciento de la población de roedores poseen el virus y que el aumento es proporcional. Indicó que los cuidados deben extenderse todo el año y que más adelante podría haber riesgo de incendios forestales.

El Municipio, Parques Nacionales, la IV Zona Sanitaria, el Inta y el CRUB son algunas de las instituciones que desde el año pasado trabajan de manera conjunta en las herramientas de prevención ante el florecimiento de la caña colihue. Buscan que la situación pueda apreciarse como “un hecho natural” y que todos los vecinos de la ciudad sepan cómo actuar frente a la aparición de mayor cantidad de roedores para evitar la transmisión del Hanta. También alertan sobre posibles incendios forestales que se generarían cuando la caña muere, así como la vegetación antes la usaba como refugio y ya no la tendrá.
Víctor Báez, decano del CRUB, en diálogo con el programa “En estos días” –por radio KM FM- indicó que no debe generar “pánico” la situación, sino que por el contrario los vecinos deberían tomarlo como “un hecho natural”. Precisó que esta floración se produce cada 40 o 60 años y la última de ellas ocurrió en 2000 en el Parque Nacional Lanin, que también afectó la zona norte del Nahuel Huapi. “Las últimas que se produjeron en Bariloche datan del año 1938 o 1940”, expresó.
“Es un arbusto perenne que florece en ciclos muy largos, es importantísimos por los cambios ambientales grandes que genera, no solamente por roedores, sino por el cambio que se produce, las instituciones tenemos una participación activa, pero Parques es la que lleva la voz cantante, nosotros acompañamos desde la faz técnica y en determinaciones y muestreo de campos que se hacen también”, resaltó.
Aclaró que la semilla de la caña colihue “no es el único alimento de los ratones colilargos, sino que tienen que tienen una dieta a base de granos, y del total de la población de roedores entre un 5 y un 6 por ciento son los que poseen el virus, lo que genera es que al haber más granos, hay ratones más gordos y más cantidad de lo normal, los vamos a ver”.
Resaltó que lo más importante es “trabajar en la prevención, no hay que cortar la caña sino limpiar el domicilio y los alrededores, tener el pasto cortado, ordenando, las leñeras en lo posible levantarlas y las zonas utilizadas como galpones ventilarlas entre 30 minutos y una hora antes de entrar, usar barbijos y guantes y en caso de encontrar un roedor muerto pasarlo por lavandina y luego enterrarlo, sin mezclarlo con la basura”.
Adelantó que el mes próximo con la boleta de luz llegará a todos los hogares un folleto explicativo donde están los 11 pasos que deberían seguirse y que deben cumplirse todos los días al menos por lo que resta de este año que es cuando culminará el proceso de floración. “No dejar basura, acostumbrarnos en este tiempo a que se saca la bolsa cuando sabemos que pasa el camión y no cuando molesta, porque queda en el portabasura, llegan perros, pájaros que rompen y genera alimento para los ratones”.
Báez indicó que la precaución “no solo debe verse desde los roedores sino desde el ambiente, es una oportunidad para conocer nuevos procesos, la caña ocupa una parte grande que cubre el soto bosque, sirve de protección y habrá especies que usaban como refugio y ya no lo tendrán”.
En cuento al virus indicó que traer problemas respiratorios y que se puede confundir con gripe aunque sin mocos. “Sube la temperatura y el estado es gripal, en caso de sentir estos signos o síntomas consultar al médico de inmediato”, resaltó. Y precisó que algunos ratones pueden llegar a confundirse con “lauchitas” y puede ingresar por orificios del tamaño de una moneda de 10 centavos. (ANB)