MADRID, España, ago. 6, 2010.- Soñar con insectos que nos invaden, enfrentarnos con serpientes, o que el mar nos arrolla cuando estamos dándonos un baño. A quien no se puede asomar desde una gran altura por miedo a caerse. Son situaciones exageradas que nos hacen perder el sueño y nos generan taquicardias solo con pensarlo.

Son las fobias, el miedo irracional a algunas situaciones o animales que paralizan y dejan sin capacidad de reacción.

En algunos casos las fobias nos obligan a recluirnos en casa, o en un entorno seguro. Son los casos extremos, pero seguro que más de uno nos reconocemos en determinadas escenas con miedos menores a los que nos es difícil enfrentarnos. Es la fobia específica, donde el individuo tiende a exagerar el miedo y el riesgo de la situación.

La fobia específica es el trastorno de ansiedad más frecuente y afecta a un 3.6% de la población española, aunque las mujeres las sufren tres veces más que los hombres.

Los miedos se evidencian más en verano, el período por excelencia en que los españoles toman vacaciones. El miedo a volar se encuentra entre las fobias más comunes. Por ello, cuando se prepara un viaje para llegar hasta el destino de descanso, es cuando surgen los fantasmas. Una situación que pone de manifiesto limitaciones que impiden a muchos llevar una vida normal.

También existe el miedo al agua o a manejar, todas evitan disfrutar de unas felices vacaciones. La gente que tiene miedo al agua se obsesiona con el hecho de que aunque sepa nadar hay personas que han muerto ahogadas.

Hay personas que rechazan subirse a un avión alegando un gran riesgo, cuando estadísticamente es un medio más seguro que el coche. O quien se siente incapaz de manejar su vehículo (a pesar de contar con la licencia de conducir) y dejan la responsabilidad en manos de otra persona.

Según los expertos, los miedos responden a la parte irracional de las personas que tienen que ver con las emociones y las emociones están al margen de la razón.

Las mujeres sufren más estas fobias porque necesitan tener un mayor control de las situaciones y además tienen más tensión y ansiedad que los hombres, según el psicólogo Antonio Cano.

El perfil de las personas que sufren fobias es el de mujer joven (entre 18 y 40 años) ansiosas, nerviosas y con rasgos obsesivos. Además suelen ser personas negativas y dan mucha importancia a las cosas que salen mal. Normalmente, estas personas confiesan su miedo sin problemas y no se suelen avergonzar.

Sea como fuere, lo que si es seguro es que hay que curarlas y para ello hay que exponerse de lleno al miedo en lugar de evitarlo.

Y es que en general, a menos de que suponga una incapacidad para la persona que lo padece las personas con fobia no suelen tratarse. Pero hay que tener en cuenta que las fobias tienden a evolucionar a más, según el psicólogo Antonio Cano.

Para demostrarlo pone de ejemplo que aquellos que tienen miedo a las cucarachas pueden llegar a no abrir las ventanas por miedo a que entren. O incluso, hay quien teniendo miedo a la oscuridad siendo niños de mayores sigue mirando bajo la cama.