Cada vez es más frecuente que el Gobierno trate de resaltar sus anuncios comparándolo con otros países . Lo hace con el desempleo, con el crecimiento económico y, más recientemente, con el salario mínimo. Antes justificaba las retenciones diciendo que ayudan a que los precios de los alimentos en el país sean más baratos que en el resto del mundo.

Un relevamiento de Clarín entre los principales supermercados on line de varios países de referencia muestran que llenar el changuito en Buenos Aires puede ser más caro que hacerlo en Santiago de Chile o Madrid. El país, sin embargo, todavía es un poco más económico en comestibles que San Pablo (donde el efecto del real apreciado hace que los precios en dólares sea muy elevado) y Estados Unidos.

El país saca ventaja en los alimentos frescos , como frutos y verduras, la carne de pollo, el litro de leche o algunos productos con precios "regulados" (como el del azúcar).

Pero resulta desfavorecido en aquellos comestibles que vienen envasados, como gaseosas, café, aceite o cereales de maíz.

Para realizar esta comparación, se utilizaron marcas que están en góndolas de casi todo el mundo (como Hellmann's en mayonesa, Mazola en aceites, Kellogg's en cereales, el café Nescafé o Bimbo en pan lactal). Algunas marcas están en la lista de precios "regulados" que el Gobierno exige a los supermercados y otras, no.

Para realizar esta comparación, se llenó un changuito de 16 productos en el supermercado "on line" de Coto, Eroski (en España), Líder (Chile), Pão de Açúcar (Brasil) y A&P Supermarkets (EE. UU). Para la comparación estadounidense, hubo que adecuar medidas, ya que allí se mide en onzas (aquí litros) o libras (aquí kilos).

Un casos paradigmático es la hamburguesa . Cada unidad de la marca más conocida ("Paty") cuesta $ 3,70. Aunque ningún otro país tiene un consumo de carne bovina tan arraigado (salvo los Estados Unidos), en todos se consigue una hamburguesa congelada más barata que aquí.

Argentina es la mejor para los que compran un kilo de tomates perita . Y, en frutas, también anda bien. Un kilo de manzanas rojas tiene un precio muy competitivo, sólo superado por Chile (un exportador neto de frutas).

En cambio, el país es el peor para comprar un kilo de arroz de primera marca. También mide mal para una gaseosa (como Coca-Cola) de litro y medio, ya que sólo Brasil es más caro. Por su origen estadounidense, la marca de gaseosas más conocida del mundo tiene un precio imbatible en un supermercado de New Jersey (US$ 1 y, en muchos casos por marketing, US$ 0,99, o sea $ 3,95).