
Durante más de diez años tuvo que esconderse, inclusive de sus propios hijos, detrás de una máscara para
Las heridas le habían dejado heridas tan horroríficas que su hijo de apenas un año nunca la había visto sin la máscara. Pero ahora, gracias a un novedoso procedimiento quirúrgico, un
Los especialistas pasaron años diseñando una prótesis plástica, que se puede remover y reajustar, en
En marzo de 1999, la joven perdió sus ojos, nariz y una gran parte de su cráneo cuando un
La última
El disparo le arrancó dos terceras partes del rostro. Estuvo en coma y pasó hospitalizada seis semanas. Apenas recobró la conciencia, tuvo que enfrentar la
“El impacto fue tan fuerte que le arrancó todo el
La joven aún vive con perdigones del tiro de escopeta alojados tan profundamente en su cerebro que son imposibles de sacar. Pese a todo, apenas recuperada del accidente, Chrissy comenzó a aprender braille y a caminar con un bastón.
“Cuando tome conciencia de lo que me había ocurrido, de que había perdido para siempre la vista y que jamás la iba a recuperar, me di
Justamente, ella conoció a su novio en una escuela para ciegos y tuvieron su primer hijo en julio de 2009. Aunque nunca podrá ver su prótesis ni cómo le queda, ella quiso usarla igual para sentirse más segura, especialmente en
Como el disparo le quitó las paredes oculares y la cavidad nasal, los médicos decidieron aplicar una prótesis en lugar de un implante
La máscara facial está hecha con partes de hueso de la pierna derecha de Chrissy, decenas de tejidos de piel, y partes de metal. Además, para que fuera más natural, los médicos le agregaron deliñeador a los ojos plásticos, y se aseguraron que la silicona imitara el reflejo natural de la piel en la luz.
Pero la verdadera prueba para Chrissy fue cuando pudo quitarse la máscara negra y mostrarle su
Nuestra Redes