Un grupo de ingenieros australianos realizó, en medio del desierto, la prueba de su nuevo sistema tecnológico y programático que permite la intercomunicación entre teléfonos celulares en lugares remotos, fuera de la cobertura de las torres de repetición. El invento, según señaló el dirigente del grupo investigador, Paul Gardner-Stephen, contiene una réplica compacta de la torre incorporada dentro del mismo celular.
La prueba se inició a una distancia de cien kilómetros aproximados del primer punto de cobertura móvil, en Australia del Sur. La tecnología funcionó incluso en cuencas y barrancos donde no solo un mero celular, sino también un teléfono satelital hubiera tenido problemas, porque no se observaba en muchas ocasiones bastante cielo como para acceder al satélite.
Según explicó el inventor, la tecnología sometida a la prueba proveería una red de emergencia en una situación de desastre natural, cuando suele dejar de funcionar el equipo reglamentario de telecomunicaciones. Permite usar la tecnología WiFi de comunicación inalámbrica, para hablar sin importar la ubicación de estaciones o torres de repetición gracias a los pequeños transmisores encajados. Y estos últimos adoptan una nueva función de extender la zona del alcance de la señal -por el momento- hasta unos centenares de metros.
Tras añadir más transmisores, el alcance crecería considerablemente, aseguró Gardner-Stephen. Él mismo señaló que el próximo paso sería aumentar la fuerza de la señal y mejorar la calidad del sonido dentro del nuevo sistema de transmisión.
Como la radiación electromagnética de los teléfonos móviles ha producido siempre ciertos temores en el público a causa de su posible daño a los sistemas nervioso y sanguíneo del cuerpo humano, y mientras el perfeccionamiento planeado comprende el aumento de esa radiación, será fácil predecir el rechazo del invento por parte de sus potenciales consumidores. Por eso el descubrimiento técnico y las programaciones, aparentemente tan aplicables para el manejo de las catástrofes, corren el riesgo de engrosar la lista de inventos inútiles en el área de electrónica y telecomunicaciones.
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